Migrantes en la frontera norte de México enfrentan el frío sin acceso a servicios de salud
Los migrantes varados en la frontera norte de México están enfrentando la temporada de frío sin poder acceder a servicios básicos de salud. Esta situación ha deteriorado su estado físico y amenaza con empeorar la crisis humanitaria de la región, que está experimentando una ola migratoria récord.
Condiciones de viaje que afectan la salud física y mental de los migrantes
Los migrantes que se encuentran en Ciudad Juárez, en la frontera con Texas, han relatado a EFE cómo el viaje que realizan sin dinero, hacinados en el tren o apilados en tráileres frigoríficos, está dañando su salud física y mental. Sufren desde diarrea hasta el empeoramiento de enfermedades crónicas degenerativas.
Los migrantes también han mencionado que la salud de los niños y el miedo a la violencia son los principales problemas que enfrentan durante el recorrido, que a veces atraviesa ocho países antes de llegar a la frontera entre Juárez y El Paso.
Ingrid Patricia Lazo, una mujer hondureña de 30 años, comentó que lo más difícil es la escasez de comida y las complicaciones de salud en los niños. Además, relató que ha utilizado todo tipo de transporte para evadir los retenes y ha pasado más de un día apilada entre otros migrantes para evitar ser detectada por las autoridades.
Una crisis humanitaria que empeora la salud de los migrantes
La situación en la frontera refleja el aumento sin precedentes de personas migrantes en Centroamérica y México, según la Organización Internacional de las Migraciones (OIM). Según el presidente Andrés Manuel López Obrador, hasta 10 mil migrantes llegan diariamente al límite con Estados Unidos.
Santiago González Reyes, director de Derechos Humanos del Municipio de Juárez, advirtió que los migrantes llegan con muchos problemas médicos debido a las precarias condiciones en las que han cruzado el continente. Sufren desde enfermedades respiratorias y cutáneas hasta enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión agravadas.
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha alertado sobre las condiciones insalubres y precarias en las que se encuentran los migrantes cuando llegan a la frontera sur de México. Miles de personas, incluyendo mujeres embarazadas y menores de edad, quedan estancadas en asentamientos sin servicios básicos de agua o saneamiento.
Estos problemas también afectan a la frontera norte, donde los migrantes sufren los efectos de las caminatas en los pies, quemaduras en la piel por estar a la intemperie, problemas respiratorios y afecciones derivadas de una alimentación poco saludable.
La salud depende de la caridad
Ante la falta de acceso a servicios de salud en México, diversas organizaciones civiles, hospitales y autoridades han reaccionado. En el albergue “Kiki Romero” hay médicos que atienden a los migrantes y, en casos graves, hay clínicas privadas que brindan apoyo de forma voluntaria.
Los migrantes están recibiendo suero y alimentos líquidos para combatir la desnutrición y la deshidratación, que son comunes en ellos.
Rosibel Alicia García, migrante proveniente de Honduras, está en camino a buscar a su madre en Nueva York y espera su cita con las autoridades estadounidenses en un albergue en Juárez. Ha relatado las dificultades que enfrentan los migrantes, especialmente los niños, que sufren hambre y necesidades básicas.
Con información de EFE