¿Cómo preparar la linaza de forma correcta para mejorar la salud intestinal?
Tener una buena salud intestinal es fundamental para una mejor calidad de vida. La inflamación y el estreñimiento pueden afectar negativamente nuestro bienestar. En este sentido, la linaza se recomienda como un laxante natural con múltiples propiedades beneficiosas. Sin embargo, no siempre se sabe cómo prepararla adecuadamente. A continuación, te mostraremos la recomendación de los expertos para que puedas disfrutar de sus beneficios y sentirte mejor.
Causas del estreñimiento y síntomas
Según el Instituto Nacional de Diabetes, Riñón y Problemas Digestivos de Estados Unidos, el estreñimiento puede ser causado por diversos factores, como el retraso en el vaciamiento del colon, el movimiento lento de las heces en el colon y los trastornos funcionales del tracto gastrointestinal, como la colitis. Los principales síntomas de este problema incluyen evacuaciones intestinales de menos de tres veces por semana, heces duras, dolor al defecar y la sensación de no haber evacuado completamente.
Propiedades medicinales de la linaza
La linaza, una planta herbácea de la familia de las lináceas, tiene propiedades medicinales en sus semillas. Estas semillas contienen aceite, mucílagos, albúminas, glucósidos, enzimas y agua. Consumir linaza no solo puede ayudar en el metabolismo, sino que también es eficaz para producir energía celular y facilitar la recuperación muscular después del ejercicio.
Formas de preparar la linaza
La divulgadora Mariana Fígares de la Universidad de Granada ha estudiado la evidencia científica para determinar las mejores formas de preparar las semillas de linaza. A continuación, mencionamos las dos opciones recomendadas:
1. Molidas
Esta es una de las mejores formas de preparar las semillas de linaza. Al triturarlas (en licuadora o molinillo), se rompe la cubierta y aumenta considerablemente la biodisponibilidad del ácido alfa-linolénico (ALA) y del SDG. Sin embargo, debido a que se oxidan rápidamente, se recomienda consumirlas rápidamente y conservarlas en el refrigerador en un bote por un máximo de dos días. La dosis diaria recomendada es de 1 a 2 cucharadas.
2. Remojadas en agua
Otra forma de preparar las semillas de linaza es remojarlas enteras en agua durante una o dos horas. Los mucílagos de las semillas pasarán al agua, lo cual tendrá un efecto suavizante en el tracto gastrointestinal y una acción prebiótica. Sin embargo, esta opción no es la mejor, ya que si solo se consume el agua, se desperdiciarán los otros nutrientes de la semilla. Y si se consume la semilla entera, no se absorberán todas sus propiedades.
Para aprovechar al máximo las semillas de linaza, una opción alternativa es molerlas y remojarlas. De esta manera, se pueden obtener los mejores beneficios de ambas formas de preparación. Además, si se desea mejorar el sabor, se pueden agregar las semillas molidas a licuados o smoothies, triturarlas y dejarlas reposar durante un par de horas para que el agua adquiera los mucílagos.