El audiolibro y las narrativas sonoras tomaron un lugar en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, que por primera ocasión abrirá un foro con miras a consolidar estos formatos en la región, profesionalizarlos y expandirlos.
Mercado en expansión
En el mercado anglosajón las grandes editoriales publican todos sus títulos también en el formato sonoro desde hace 40 años, pero en Hispanoamérica este es un consumo que recién despega, expuso a EFE, Javier Celaya, socio fundador de la firma Dosdoce.
España lidera el consumo de audiolibros con 40 por ciento del mercado, seguido por el público latino en Estados Unidos y México, aunque no existe un catálogo muy amplio, apuntó Celaya.
“En el mundo latino tenemos cerca de 30 mil audiolibros en español, si hubiéramos tenido esta conversación hace 5 años había menos de mil y una de las cosas que vemos en el mundo del libro es que para que un lector encuentre su libro, tiene que haber una gran oferta”, dijo.
Destacó que en América Latina, a diferencia de Europa, la no ficción domina el consumo sonoro, con categorías como desarrollo personal, salud mental y biografías ocupando los primeros lugares.
Elena Bazán, líder de producción editorial de Editorial Audiolibro, aseguró que el número de títulos en español ha crecido, lo que responde a la demanda y a la disponibilidad de plataformas tecnológicas y estudios de producción en la región, por lo que es necesario aumentar los libros disponibles en este formato.
“Aspiramos a que crezca muchísimo (para 2030). Entonces ¿por qué es importante hablar de audiolibro desde México? Número uno: el mercado que somos y lo que representa México, la industria editorial en general es importante y en la industria sonora es un país que ya está muy especializado en crear contenidos sonoros”, aseguró Bazán.
Una nueva forma de conexión
Javier Celaya subrayó que, lejos de lo que pudiera pensarse, el audiolibro genera una forma de conexión igual o más íntima con las y los lectores respecto a una versión en papel o en digital, por los efectos sonoros y narraciones que transportan al oyente a los escenarios descritos.
“Cuando las personas escuchan un audiolibro, sienten que el autor les está hablando directamente, esta intimidad es única del formato sonoro y evoca la experiencia de las lecturas en voz alta de nuestra infancia”, consideró.
Las nuevas generaciones están convirtiéndose en los grandes consumidores de este formato porque están acostumbrados a buscar contenido desde sus celulares y los audiolibros son una alternativa para integrar la lectura en su rutina diaria.
“El audiolibro te permite leer cuando estás paseando al perro o yendo y volviendo en el carro al trabajo o haciendo las tareas de la casa, entonces los nuevos lectores tienen una manera de leer en momentos que el libro en papel no es el mejor” formato, afirmó Celaya.
La potencia de las narrativas sonoras es tal que algunas autoras y autores están adaptando su proceso creativo al formato y desde que escriben la historia revisan sus textos en voz para garantizar un ritmo adecuado para la narración sonora, refirieron los especialistas.
Por ello, el foro de AudioFIL pretende el crecimiento del formato, y fomentar su profesionalización, aseguró Ortiz.
“Que se acerquen editoriales pequeñas, medianas, que son las que no están produciendo, las grandes ya están produciendo, pero que conozcan sobre el formato, conozcan a la gente que está dentro de este mundo”, explicó.
Con información de EFE