El legado de El Último de la Fila sigue resonando en el panorama musical español, cumpliendo 30 años desde el lanzamiento de su séptimo y último álbum de estudio, La rebelión de los hombres rana. Este icónico grupo, formado por Manolo García y Quimi Portet, marcó una época en los años 80 y 90, y su música sigue siendo recordada y analizada por los fanáticos de su sonido único y enigmático.
Un regreso con un sonido transformado
En 1995, bajo la discográfica EMI y su propio sello Perro Records, El Último de la Fila regresó a la escena musical tras un año sabático con un álbum que sorprendió a muchos: La rebelión de los hombres rana. Con 11 canciones inéditas, el grupo presentó un sonido más “frío” y lúgubre, que se alejaba de las composiciones más alegres de sus trabajos anteriores. Este nuevo enfoque, que incorporaba teclados y sintetizadores, no fue bien recibido por todos sus seguidores, quienes criticaron el giro hacia el pop.
Un álbum que marcó el final de una era
A pesar de las críticas, el grupo mantuvo su popularidad y respeto en el público. La gira de presentación del álbum comenzó incluso antes de su lanzamiento, con recintos llenos, lo que demuestra que su base de fans seguía sólida. El álbum, inspirado en el cuadro de “La Anunciación”, fue un esfuerzo en solitario de García y Portet, quienes decidieron prescindir de colaboraciones en la producción, marcando así un punto culminante en su carrera. Entre los temas más destacados se encuentran “¡Qué bien huelen los pinos!” y “Vestido de hombre rana”.
La separación y un futuro incierto
La disolución del grupo llegó en 1998, tras meses de especulaciones sobre su futuro, aunque ambos artistas continuaron con sus carreras en solitario. Sin embargo, en abril de 2025, El Último de la Fila anunció su regreso con una gira que recorrerá varias ciudades españolas en 2026, avivando la nostalgia y el entusiasmo entre sus seguidores. A pesar de los desencuentros, el legado del grupo sigue vivo, y su música continúa resonando en nuevas generaciones.