En busca del paraíso: el debut cinematográfico de Bong Joon Ho

El paraíso siempre es esquivo en la obra de Bong Joon Ho, sin importar la forma que tome. Esto es cierto tanto para la resolución en “Memories of Murder”, la riqueza de la familia Park en “Parasite” o incluso la llamada “calma” que los animales muertos aportan en “Barking Dogs Never Bite”. Esta búsqueda de la felicidad es lo que mejor define el trabajo del reconocido director surcoreano y eso es especialmente evidente en su primera película narrativa: “Looking for Paradise”. Aunque se presume que “White Man”, un cortometraje de 16mm lanzado en 1994, fue el debut como director de Bong, el próximo documental de Netflix, “Yellow Door: ’90s Lo-fi Film Club”, revela que no es así. “Paradise” en realidad es anterior por dos años completos y, al mirar hacia atrás ahora, queda claro que el debut de Bong en stop-motion es la película más importante de las dos, ya que sienta las bases de todo lo que ha creado en las tres décadas siguientes. Sin embargo, de manera extraña, “Paradise” sigue siendo un misterio para todos excepto los miembros de Yellow Door, un colectivo de cinéfilos que se reunieron en Navidad de 1992 para celebrar el trabajo de Bong en la única proyección pública de la película. Incluso ahora, algunos de ellos están confundidos acerca de lo que realmente vieron.

La búsqueda de la verdad detrás de “Paradise”

“Yellow Door” comienza con un recuerdo confuso de “Paradise” que mezcla quién es el protagonista e incluso dónde se filmó. Así comienza un viaje encantador al pasado, donde varios miembros de Yellow Door se reúnen para reconstruir la verdad detrás de la primera película de Bong, al estilo “Rashomon”. Pero el director Lee Hyuk-rae, quien también fue miembro de Yellow Door, no solo se preocupa por eso. Los inicios de Bong se reflejan en la formación de Yellow Door, que “se unió como una nube de polvo” o “uvas maduras”. En Seúl de los 90, Jong-tae Choi lideró la misión del grupo de obtener películas de autor para analizar en VHS. Joyas clásicas se escondían entre los productos de vendedores callejeros ilegales, y Bong, a cargo de catalogar cada tesoro que recolectaban, tenía un talento especial para encontrarlos. Quinientas cintas después, Yellow Door creó su primera revista en la primavera de 1993, lo que los ayudó a establecerse como una voz distintiva dentro del creciente surgimiento de colectivos de cinéfilos en Corea del Sur.

Una mirada nostálgica a través de “Yellow Door”

Al ver “Yellow Door”, queda claro que Bong no fue el único miembro talentoso del grupo. Después de su trabajo en “Sewing Sisters”, un documental sobre el trabajo en Corea que conmovió a Park Chan-wook hasta las lágrimas, Lee Hyuk-rae utiliza de manera creativa la forma y el espacio para dar vida a los orígenes de Yellow Door. Cada entrevista se filma con ángulos dinámicos y se incluyen elementos de animación, a menudo en homenaje al debut de Bong. Incluso el edificio donde se basaba Yellow Door se dibuja en la pantalla en un momento dado, transportándonos directamente al pasado. Ediciones ágiles también nos introducen con humor a conversaciones que se contradicen de manera hilarante, pero con una familiaridad amable que solo puede provenir de alguien que tiene una relación personal con todos los involucrados.

El impacto duradero de “Paradise”

Aunque Bong estaba nervioso cuando mostró “Looking for Paradise” por primera vez en 1992, queda claro que su cortometraje dejó una marca en él. “Yellow Door” muestra tomas similares en el sótano que se repiten a lo largo de la filmografía de Bong, recordándonos que él nunca realmente escapó de esa ubicación, al igual que su primer protagonista. Este sentido específico del lugar se ha convertido en un signo distintivo del trabajo de Bong, especialmente en “Snowpiercer” y “Parasite”, donde su fascinación por la desigualdad de clases se hace tangible a través de la separación física, ya sea a través de los vagones de un tren o los pisos de una mansión lujosa. Al igual que los personajes marginados en esas películas, el gorila de “Paradise” se ve obligado a mirar hacia arriba mientras sueña con algo mejor.

La pasión y el paraíso elusivo

El humor absurdo y cómico que se encuentra en “Paradise” se puede apreciar en todo lo que Bong ha hecho desde entonces, aunque de una manera más refinada. “Mother” se deleita en hacernos reír incluso en medio de eventos horribles y “Memories of Murder” también encuentra humor entre el sufrimiento, especialmente en esa primera hora. Pero nada se compara con la llegada del gusano. Además, las piedras recurrentes en el mundo de Bong, como la piedra “Suseok” de “Parasite” o el arma del crimen en “Mother”, tienen su origen en el barro blanco con forma de salchicha en el sótano de su madre. “Yellow Door” nos revela que Bong nunca ha sido tan apasionado por el cine como cuando hizo “Paradise”. Sabiendo cuánto impactó ese cortometraje en lo que vino después, se podría argumentar que Bong intenta recapturar esa pasión temprana canalizando elementos de “Paradise” en cada nuevo proyecto, ya sea de manera consciente o no. Pero como Bong mismo nos ha enseñado, el paraíso es una noción escurridiza. Afortunadamente, todavía hay mucha pasión para disfrutar en la alegría nostálgica que “Yellow Door” nos brinda, tanto para él como para nosotros.

Calificación: A

“Yellow Door: ’90s Lo-fi Film Club” se estrenó en el Festival Internacional de Cine de Busan 2023. Netflix lanzará la película a nivel internacional el viernes 27 de octubre.

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