Aprobación de Claudia Sheinbaum tras las inundaciones en México
El reciente sondeo realizado por El Financiero revela que un 59 por ciento de los encuestados aprueba las acciones de ayuda y rescate implementadas por el gobierno de Claudia Sheinbaum tras las inundaciones que afectaron diversas regiones del país. Sin embargo, la desaprobación también se siente, con un 37 por ciento de opiniones negativas respecto a la gestión de estas crisis. Este panorama refleja una situación compleja en la que la ciudadanía valora tanto los esfuerzos como las deficiencias en la respuesta gubernamental.
Impacto de las inundaciones en la percepción pública
Durante el mes de octubre, México enfrentó lluvias intensas que provocaron inundaciones en múltiples localidades, lo que llevó a la presidenta a realizar recorridos por las zonas afectadas. En este contexto, el 56 por ciento de los encuestados calificó positivamente las tareas de limpieza y reparación de daños, mientras que el apoyo brindado a las personas y familias afectadas obtuvo una opinión favorable del 53 por ciento. A pesar de estos números, un 42 por ciento de los encuestados expresó opiniones negativas sobre la ayuda entregada.
Valoración de atributos presidenciales
Entre los atributos que más destacan en la evaluación de la presidenta Sheinbaum se encuentra la empatía, que recibió un 63 por ciento de opiniones favorables. Sin embargo, otros aspectos como la honestidad y el liderazgo se mantuvieron en un 59 por ciento, mientras que la capacidad para ofrecer resultados cayó al 47 por ciento, la cifra más baja desde el inicio de su gestión. Esta disminución en la percepción de eficacia del gobierno podría estar relacionada con la crítica situación provocada por las inundaciones.
Expectativas sobre la gestión de emergencias
Al preguntar a los ciudadanos si consideraban previsible la magnitud de las lluvias de octubre, un 58 por ciento respondió que no, sugiriendo una falta de confianza en la capacidad del gobierno para anticipar y manejar desastres naturales. Esta percepción podría influir en la desaprobación general hacia la administración de Sheinbaum y en la necesidad de mejorar la comunicación y la preparación ante emergencias en el futuro. La situación actual plantea un desafío significativo para la gobernanza y la confianza pública en el manejo de crisis.
