Incursión en el Rancho Izaguirre de Teuchitlán
Decenas de personas lograron ingresar por la fuerza al rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán, Jalisco, donde el 5 de marzo se hallaron restos humanos y prendas que podrían pertenecer a víctimas de desaparición forzada. Esta acción se produjo en medio de un ambiente tenso, con empujones y gritos entre los manifestantes y la policía, quienes intentaban establecer un primer filtro de seguridad.
Motivos detrás de la invasión
El Centro de Estudios para la Paz y el Desarrollo (CEPAD) indicó que la decisión de romper el cerco de seguridad fue impulsada por la “irresponsabilidad de las autoridades” al no preparar adecuadamente la logística para la visita de las familias y colectivos de búsqueda. Los asistentes, en su mayoría familiares de desaparecidos, buscaban respuestas sobre la situación en el rancho, que ha sido señalado como un campo de adiestramiento del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Reacciones de la sociedad civil
CEPAD también hizo un llamado a las autoridades para que actúen con sensibilidad y responsabilidad hacia las familias de las víctimas. La organización subrayó la necesidad de proporcionar información clara y accesible sobre el campo de adiestramiento en Teuchitlán y la situación de los desaparecidos. La falta de comunicación y atención adecuada por parte de las autoridades ha generado un clima de frustración y desesperación entre los buscadores.
Información en desarrollo
La situación en el rancho Izaguirre continúa siendo monitoreada, y se espera que las autoridades brinden más detalles sobre los hallazgos y las medidas que se tomarán para garantizar la seguridad de las familias que buscan justicia. La comunidad y diversas organizaciones sociales permanecen atentas a los acontecimientos, demandando respuestas y acciones concretas para abordar la crisis de desapariciones en la región.